La alta participación de mujeres en el sector de intermediación financiera, su presencia en la banca y sus condiciones laborales que en general están por sobre las demás áreas productivas del país, son algunas de las características que motivaron la realización del estudio Trayectorias Laborales de Mujeres en la Banca Nacional, el cual fue presentado en un seminario de lanzamiento, realizado en conjunto con Banotic, el OTIC de la banca, el día 6 de julio, en el Hotel Crowne Plaza.
La industria financiera es una de las ramas económicas más prósperas de la economía nacional, la cantidad de trabajadores promedio es de 166.500 personas (INE), donde el 52,4% son mujeres; sus remuneraciones mensuales doblan la media de las remuneraciones nacionales, el promedio de horas semanales de trabajo es de 43,4 horas (la cifra más baja a nivel nacional), y la tasa de sindicalización del sector es de 36,7%.
Su presencia es transversal a todos los grupos ocupacionales, estableciéndose principalmente en los grupos de técnicos, profesionales y empleados de oficina. El promedio de edad es de 41 años y, en su mayoría, se agruparon en el rango de edad que va desde los 34 a los 53 años.
El 37,4% son el proveedor económico principal del hogar, 15,4% más en comparación con las mujeres a nivel nacional.
El nivel educacional del 33,9% es Educación Secundaria, seguido de la Educación Universitaria, con un 32,2%; y la Educación Técnica (Educación Superior no Universitaria), con un 30,2%.
Ingresaron a la banca en los años noventa, lo hicieron como ejecutivas de ventas y de allí fueron ascendiendo.
Altos niveles de desempeño y ejercicio de liderazgo.
Tienen trayectorias continuas, es decir, siempre han estado ocupadas y lo han hecho principalmente en el sector.
Su recorrido ha sido ascendente, desempeñándose en cargos que demandan mayor nivel jerárquico, complejidad y cualificación.
Tienen trayectorias heterogéneas, las cuales pueden ser:
Continuas: Desde su ingreso al mercado del trabajo, siempre han estado ocupadas.
Levemente discontinuas: En algunos casos han vivido periodos cortos de cesantía entre uno y otro trabajo.
Discontinuas o inestables: En las que ha habido cambios de actividad, las personas pasaron de la actividad a la inactividad, a la desocupación, pasando constantemente de uno a otro empleo.
En general sus trayectorias son planas pero exitosas. Muestran un recorrido ascendente en lo económico y en cuanto a condiciones laborales se refiere. Sin embargo, no necesariamente fueron desempeñando cargos más cualificados o de nivel jerárquico superior.
La perspectiva de género se ha transformado en una visión fundamental para el análisis de las trayectorias laborales de mujeres, principalmente porque la división del trabajo por sexos se ha constituido, históricamente, como la base concreta de la subordinación femenina.
En el ámbito del trabajo, el género se transformará en el eje sobre el cual se clasifican tareas, responsabilidades y funciones. Para el caso de la banca nacional, aunque en menor medida que en otras ramas de la economía, las inequidades de género propias a la división sexual del trabajo persisten. Los bancos han promovido iniciativas en virtud de disminuir tales brechas.
La capacitación tiene alta valoración en el sector bancario, es reconocida como un catalizador del desarrollo de las personas y de la productividad de la industria. Esto aporta para que el sector de Intermediación Financiera, proporcionalmente, sea el segundo que más capacita trabajadores a nivel nacional y el tercero en cuanto a horas promedio de capacitación por participante.